Cuando llega el verano, siempre apetece, bien como primer plato, bien como acompañamiento o para una cena ligera, una ensalada. Si atendemos a la definición de la R.A.E. una ensalada es «Hortaliza o conjunto de hortalizas mezcladas, cortadas en trozos y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otras cosas». La más típica es la que se compone de lechuga, aderezada con aceite, vinagre y sal. A veces, la ensalada se convierte en un plato monótono y aburrido por lo repetitivo. En este artículo pretendemos recopilar algunas ideas para no caer en el aburrimiento.
1. Distintas variedades de lechugas.
Como antes hemos dicho, la hortaliza por antonomasia que aparece en la ensalada es la lechuga, romana o iceberg. Bueno, pues existen más lechugas, de distintas forma de hoja, texturas y colores que podemos mezclar para darle un aspecto más colorido. Entre las lechugas que podemos utilizar están: la romana, la iceberg, la Batavia, la de hoja de roble, la lollo rosso, de diferentes tonalidades, verdes, marrones y diferentes texturas y los cogollos, los más conocidos, los de Tudela.
También podemos añadir escarola, que también las hay lisas y rizadas, endibias, brotes tiernos,… En fin, todo lo que aporte variedad en el verde.
Es complicado obtenerlas por separado, así que lo más socorrido es comprar una bolsita en las que vienen mezcladas, lo que se llama producto de IV gama.
Más info: Tipos de lechuga
2. Colores que contrastan con el verde.
Verde que te quiero verde, pues no, una ensalada no tiene por qué ser verde solamente. Existe una extensa gama de tonalidades, que se amplía si nos atrevemos con la fruta: Rojos, pimiento,remolacha, tomate y sandía, naranjas, zanahoria, naranja y mango, verdes, ya hemos hablado del verde, añadimos los pimientos, amarillos, maíz dulce, melón y melocotón, blancos, cebolla, azul-morados, pasas y marrones, frutos secos.
Más info: La clave está en el color.
3. No te cortes cortando
Ya con el color anticipamos que la comida entra por los ojos muchas veces, cortar de manera diferente los ingredientes de una ensalada puede ayudar a romper con la monotonía. Atrévete a cortar en juliana, en tiritas, la lechuga, la cebolla, la zanahoria, abandona los gajos del tomate y córtalo a la paisana, en cuadraditos, utiliza el sacabocados y prepara unas bolitas de melón, de mango, prueba con unos bastoncitos de tomate. Puedes unificar todos los ingredientes o mezclar distintas formas , siempre tendrás que tener cuidado en no cortar muy gruesas aquellas hortalizas más duras, por ejemplo la zanahoria, para que sea más fácil de comer.
Más info: Cómo preparar y cortar verduras y hortalizas
4. El tamaño importa
Los vegetales baby, según dicen, son aquellos que bien no han llegado a la plenitud de su desarrollo o bien han sido seleccionados para que sean de menor tamaño que los habituales. Los denominados vegetales baby le dan un toque simpático a las ensaladas, o por lo menos eso me parece a mi.
Más info: Hortalizas baby
5. No sólo de hortalizas viven las ensaladas.
«De lo que come grillo, poquillo», eso dicen algunos grupos reaccionarios antiensaladas, demosles pues lo que buscan. Huevo duro es lo más típico. Taquitos de queso, fresco si queremos una ensalada suave, de cabra o curado si la queremos más contundente. Pollo y jamón cocido, si quieren carne, unas tiritas de bacon fritas. para los de pescado atún en aceite o en escabeche, unas gambas, langostinos cocidos, gulas (angulas no que no está el bolsillo para excesos) o unos taquitos de surimi, también conocido como palitos de cangrejo.
6. Encurtidos, buenos, bonitos y baratos.
El vinagre, por lo general suele acompañar a las ensaladas, los encurtidos son alimentos que se han marinado por inmersión en vinagre y sal. Aceitunas, pepinillos, cebolletas, alcaparras, col, zanahoria dan a las ensaladas una chispa especial. Podemos utilizarlos enteros o en trocitos, haciendo las veces de vinagre y aportando el sabor ácido a al ensalada.
Más info: Encurtidos
7. Frutos secos, una apuesta segura.
¿A quién no le gustan los frutos secos?. Las nueces son las más usadas, pero podemos añadir piñones, almendras, avellanas, pipas (peladas por favor), unos cacahuetes , unos pistachos, sésamo o unos anacardos, todo sin pasarnos que se nos va el presupuesto y las calorías. Se me ocurre también que unas castañas cocidas no irían. Los frutos secos darán un toque de distinción y glamour a nuestras ensaladas y, en general, una alegría cuando pasen por nuestra boca.
Más info: Frutos secos
8. Contrastes de temperaturas y texturas.
La ensalada siempre se asocia a un plato fresco, veraniego, pero añadir algún componente caliente o tibio puede ayudar. Según mi experiencia, es mejor añadirlo una vez se ha emplatado y justo antes de servir. Como hemos comentado antes, podemos añadir unas tiritas de bacon frito, una rodaja de queso de cabra pasado por la plancha, unos chipirones salteados, los frutos secos, unos dados de pan frito.
Todos los ingredientes que hemos nombrado antes, además de dar un contraste de temperatura, también da un contraste de textura, el bacon, el pan frito y los frutos secos crujientes o la untuosidad del queso de cabra, este contraste también será agradecido por quien pruebe nuestra ensalada.
9. Aliños y salsas para ensaladas.
Pregunta típica: «¿has apañado la ensalada?», respuesta típica «no», «vale, pues pásame el salero, el aceite y el vinagre». Vamos, sí pero no, hay alternativas, pasando por variar un poco los ingredientes tradicionales.
Sin excluir la sal si no se quiere, podemos utilizar como alternativa las especias: Pimienta, salada o dulce, blanca o negra, un poco de orégano, si además lleva queso o carne, eneldo, si lleva pescado o marisco.
Empezando por el vinagre, lo hay de jerez, de manzana, de vino tinto y de vino blanco, cada cual con su personalidad. hay aceto balsámico de módena, de diferente densidad.
El aceite, sin duda, de oliva, podemos utilizarlo de distintas variedades, con distinto sabor, distinta acidez, distintos aromas. Independientemente de la materia prima empleada, también hay aceites aromatizados al ajo, a la trufa, picantes, al romero o al tomillo.
Pero a mi lo que me gusta es preparar vinagretas o aliños o como lo queráis llamar, mezclar en un cuenco el aceite, con el vinagre, con la sal, con especias, unos frutos secos picados, un poco de huevo duro, pepinillo picadito… lo que se os ocurra, no hace falta poner de todo. Dejarlo macerar un par de horitas y aliñar la ensalada con él.
Las salsas, ojo con ellas, recordad que el ingrediente fundamental de la ensalada es la hortaliza, y no saben nadar, la más típica la mayonesa, pero podemos hacer una salsa rosa, o una salsa de yogurt, o de queso, la cuestión es cambiar.
Mas info: Vinagres, aceite de oliva
10. Comemos con los ojos.
Y por último, pero no menos importante, está la presentación. Está claro que en los tiempos que corren la imagen es importante, también en la cocina. La manera de colocar los ingredientes, el color de las salsas, utilizar recipientes distintos al típico plato, un aro o molde para darle volumen,… en fin, todo ayuda.
Son ideas, ya me contaréis como ha ido… Si sólo hay que echarle imaginación. ¡ Ah ! ¡¡ No olvidéis lavar bien las verduras y hortalizas frescas !!
Me ha parecido muy completo y variado.Me ha dado mucha idea para hacer distintas ensaladas, y no siempre las mismas, a las que estamos acostumbradas.Gracias.
Me gustan todo este tipo de recetas que están a la alcance de todo el mundo.
Hi Canopener:
Estoy ayudando a un amigo a construir su página de recetas. La puedes ver en http://www.pippoincucina.es.
Me gustaría poder incluir en la misma este artículo sobre las ensalads que me ha parecido notablemente interesante. Si me das tu autorización incluiría texto e imágenes citando la fuente e incluyendo un enlace a tu blog.
En todo caso seguiré visitándola y te animo a proseguir el trabajo.
Saludos,
Juan
Es una receta muy rica y muy variada