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Albóndigas en salsa agridulce

Aprovechando las albóndigas que hice el otro día, y que tengo guardadas en el congelador, y que estoy experimentando con las cebollas. Me he propuesto hacer recetas de albóndigas sin la típica salsa de tomate, que no digo que no esté buena pero hay que experimentar. Le llamo salsa agridulce, pero de aspecto ya os aviso que no se parece a la de los chinos. Se une el ácido del vinagre con el dulce de los tomates cherry y el azúcar.

Ingredientes (para 2 personas):

Ingredientes

Ingredientes

Preparación:

  • Cortamos la cebolla en juliana

    Cortamos la cebolla en juliana

  • Ponemos a pochar la cebolla y los tomates

    Ponemos a pochar la cebolla y los tomates

  • Añadimos el azúcar moreno

    Añadimos el azúcar moreno

  • Dejamos que caramelice el azúcar

    Dejamos que caramelice el azúcar

  • Incorporamos el vinagre de módena

    Incorporamos el vinagre de módena

  • Echamos las albóndigas y dejamos que reduzca

    Echamos las albóndigas y dejamos que reduzca

  1. Cortamos la cebolla en juliana
  2. En una sartén, ponemos a calentar aceite. Añadimos la cebolla y lo tomates con sal y dejamos a pochar.
  3. Una vez pochada la cebolla, habrá soltado el jugo. Incorporamos el azúcar moreno y lo disolvemos. Dejamos que caramelice a fuego suave.
  4. Una vez caramelizado el azúcar, añadimos el vinagre de módena.
  5. Incorporamos las albóndigas y dejamos reducir la salsa. De esta manera las albóndigas irán tomando el sabor de la salsa.
  6. Servimos en un plato las albóndigas con la cebolla y los tomatitos de la salsa como guarnición.

Notas:

Esta salsa puede servirnos también para carne de ternera, cerdo o pollo.

Albóndigas de carne

Esta es una receta de las que yo denomino «básicas», nos sirve tanto para albóndigas con tomate, con salsa de almendras,  o como se nos ocurra. Creo que está bien explicar paso a paso cómo hacer las albóndigas, cosa que en muchas ocasiones damos como algo obvio. También es bueno saberlo porque a lo mejor no nos gustan las prefabricadas.

Lo más importante es la carne picada. Tenemos dos opciones, la primera, comprar la carne ya picada y fiarnos de que es de ternera, cerdo, pollo,… La segunda, elegir la carne o carnes, la proporción de las mismas y pedir que nos la piquen en la carnicería o picarla en casa si tenemos picadora.

La mezcla aconsejo que lleve algo de grasa, no sólo magro, más que nada porque saldrán más jugosas las albóndigas. Podemos hacer las albóndigas de ternera y cerdo, como en este caso, o sólo de ternera, o sólo de cerdo, o de pollo, vamos, cualquier carne es susceptible de pasar por la picadora. Mi proporción preferida 75% de ternera y 25% de papada de cerdo y con esta proporción haremos las albóndigas de esta receta. No utilizo siempre la misma, depende de lo que tenga, de la precisión del carnicero.

En este caso he añadido pimienta, romero y tomillo, pero se puede añadir cualquier especia que os resulte interesante, por ejemplo, un poco de canela le da un toque exótico, si fueran de pollo, podríamos ponerles curry.

Ingredientes:

Ingredientes

Ingredientes

  • 1 kg de carne picada (750 gr  de ternera + 250 gr de papada de cerdo)
  • 75 gr de miga de pan
  • 3 huevos
  • harina
  • sal
  • pimienta, romero y tomillo

Preparación:

  • Picamos la miga de pan

    Picamos la miga de pan

  • Añadimos las especias y la sal

    Añadimos las especias y la sal

  • Añadimos la miga de pan

    Añadimos la miga de pan

  • Añadimos los huevos, sin batir

    Añadimos los huevos, sin batir

  • Amasamos hasta que la masa sea homogénea

    Amasamos hasta que la masa sea homogénea

  • Hacemos las bolas y pasamos por harina

    Hacemos las bolas y pasamos por harina

  • Freímos en una sartén

    Freímos en una sartén

  • Dejamos escurrir sobre papel absorbente

    Dejamos escurrir sobre papel absorbente

  1. Quitamos la corteza del pan y troceamos la miga.
  2. Mezclamos la carne picada con la sal y las especias que deseemos. Amasamos para que quede repartida uniformemente.
  3. Añadimos la miga de pan, opcionalmente podemos haberla mojado en leche.
  4. Incorporamos los huevos, sin batir.
  5. Mezclamos y amasamos hasta que la masa sea homogénea.
  6. Hacemos las bolas, para albóndigas grandes, utilizaremos la medida de una cuchara sopera cargada, para las pequeñas, la mitad. Para que no se nos pegue la masa nos enharinaremos las manos.
  7. Pasamos por harina las bolas, de esta manera la freírlas no se romperán al crearse una costra y todo el jugo quedará dentro.
  8. Freímos a fuego fuerte.
  9. Cuando estén hechas las dejamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Notas:

Son perfectas para congelar y tenerlas preparadas en un momento con la salsa que se nos ocurra.

Espaguetis con gambas al ajillo

Ahora vamos a preparar pasta con «fruti di mare», bueno, con un «fruti» en concreto espaguetis frescos con gambas. Es un plato sencillo y bastante resultón que nos ayudará a salir de los tradicionales espaguetis con tomate. Últimamente os lo estoy poniendo fácil, fácil.

Ingredientes (para 2 personas):

Ingredientes

Ingredientes

  • 250 gr de pasta fresca
  • 4 dientes de ajo
  • 250 gr de gambas peladas
  • Aceite
  • Sal

Preparación:

  • Picamos los ajos

    Picamos los ajos

  • Sofreímos los ajos con las gambas

    Sofreímos los ajos con las gambas

  • Hasta que tomen color

    Hasta que tomen color

  • Añadimos la pasta cocida

    Añadimos la pasta cocida

  1. Picamos los ajos.
  2. En una sartén con aceite ponemos los ajos, las gambas y echamos sal. A fuego medio para que no se nos quemen los ajos. Reservamos una vez hechos.
  3. Cocemos la pasta, en agua hirviendo con sal, en este caso que son espaguetis frescos, 2 minutos.
  4. Escurrimos la pasta. Sin lavarla ni pasarla por agua fría.
  5. Echamos la pasta en la sartén y mezclamos bien con las gambas para que tome el sabor.
  6. ¡A comeeeer!

Notas:

Podéis utilizar otro tipo de pasta.

El ajo, si os va a repetir o tenéis algún evento podéis sustituirlo por cebollita picada, pero no será al ajillo.

Rollitos de lenguado con gambas

En esta ocasión haremos rollitos de lenguado con gambas, una receta fácil, rápida y muy aparente. Para envolver el lenguado y las gambas, tortilla a la francesa, ya os dije que la utilizaríamos en algún plato.

Ingredientes (para dos rollitos):

Ingredientes

Ingredientes

  • 2 huevos
  • 2 filetes de lenguado
  • 1 cebolla
  • 150 gr de gambas
  • 100 ml de leche
  • 1 cucharada de harina
  • Aceite
  • Sal

Preparación:

  • Repartimos uniformemente el huevo batido

    Repartimos el huevo batido

  • Le damos la vuelta y reservamos

    Le damos la vuelta y reservamos

  • Pochamos la cebolla

    Pochamos la cebolla

  • Añadimos el lenguado y las gambas

    Añadimos el lenguado y las gambas

  • Añadimos la harina

    Añadimos la harina

  • Añadimos la leche

    Añadimos la leche

  • Dejamos espesar la masa

    Dejamos espesar la masa

  • Repartimos la masa sobre la tortilla

    Repartimos la masa sobre la tortilla

  • Enrollamos la tortilla

    Enrollamos la tortilla

  1. En primer lugar haremos la envolvente del rollito, se trata de una tortilla a la francesa muy fina, nos quedará como un crepe, pero sólo de huevo. Batimos un huevo.
  2. Cogemos una sartén grande y la impregnamos con aceite. Retiraremos el sobrante, ya que si no, la tortilla nos quedará muy aceitosa.
  3. Cuando la sartén esté caliente, echamos el huevo y lo repartimos uniformemente sobre la base. Nos deberá quedar una capa de 1 o 2 milímetros. Dejamos que se haga por un lado a fuego medio.
  4. Cuajada la tortilla echa por un lado, le daremos la vuelta con cuidado, para que no se rompa, podemos ayudarnos con una rasera o con una espátula. Echamos sal.
  5. Dejamos que se haga por el otro lado y reservamos. Hacemos tantas como rollitos necesitemos.
  6. Para el relleno, picamos la cebolla, cortamos las gambas por la mitad y troceamos el lenguado.
  7. Ponemos a calentar aceite en una sartén y pochamos la cebolla con un poco de sal.
  8. Cuando la cebolla esté pochada, añadimos el lenguado y las gambas troceadas. Rectificamos de sal si es necesario.
  9. Una vez esté hecho el pescado añadimos una cucharada de harina y dejamos que ésta se dore.
  10. Añadimos la leche y movemos hasta que espese la masa. Es una especie de bechamel. Retiramos del fuego.
  11. En una superfice plana, estiramos una tortilla, con una cuchara repartimos el relleno y enrollamos.
  12. Podemos servir entero, partido por la mitad o recortando las puntas para que quede igualado.

Notas:

Podemos utilizar cualquier tipo de pescado, sustituir la gambas por langostinos, en fin, lo que se nos ocurra.

Tortilla a la francesa

Bueno, según parece, aunque no he encontrado la fuente original, todo parece indicar que el origen del nombre, por lo menos en España, proviene de la Guerra de la Independencia contra Francia. Los galos tenían sitiadas las ciudades españolas, escaseaba la patata, cebolla y demás, así que la tortilla de patata y la tortilla de patata con cebolla, tuvo que dejar paso a una tortilla simple, sólo con huevo, y los españoles, con ese humor que nos caracteriza, empezamos a llamar tortilla francesa a aquella que se elabora con huevo solamente. No os quejaréis que esta receta es fácil, pero me apetecía ponerla porque seguro que empleamos la tortilla francesa en otra recetas más adelante.

Ingredientes (para una tortilla con fundamento):

Ingredientes

  • 2 huevos, si son de gallina de corral mejor.
  • Sal
  • Aceite de oliva

Preparación:

  • Batimos los huevos

    Batimos los huevos

  • Echamos en una sartén con aceite

    Echamos en una sartén con aceite

  • Vamos enrollando

    Vamos enrollando

  • Tortilla hecha

    Tortilla hecha

  1. En una sartén ponemos un poco de aceite, únicamente para evitar que se pegue. Debemos evitar que el huevo flote en el aceite. Así que retirremos el sobrante. Calentamos.
  2. Batimos los huevos.
  3. Echamos los huevos batidos en la sartén.
  4. Cuando empiece a estar hecha la parte de abajo, sazonamos por la parte de arriba, donde está el huevo crudo.
  5. Empezamos a enrollar la tortilla, hay quien lo hace con golpes de muñeca, yo, no lo he conseguido, así que me ayudo de una espátula. La parte de dentro quedará jugosita.
  6. Tortilla hecha.

Notas:

Podemos utilizar pimienta además de la sal para darle un poco de vidilla a la cosa u otras especias como orégano, tomillo o albahaca.

Si queremos jugar con los sabores, pues podemos utilizar algún aceite aromático.

Tortilla de patata con cebolla

Pincho de tortilla de patata con cebolla (versión española)

Pincho de tortilla de patata con cebolla (versión española)

Eterna pregunta: La tortilla de patata ¿con cebolla o sin cebolla?, pues si es de patata será de patata y si además lleva cebolla, de patata con cebolla. Otra cosa es, la genuina, original y tradicional tortilla española, ¿con cebolla o sin cebolla?, pues… en España es como decir ¿debe ir Raúl a la selección? ¿toros sí, toros no?, así que no digo nada. Lo único que sé, es que, por lo general suele salir más jugosa que la de patata sola. Como ya tenemos una receta de tortilla de patata, podéis elegir, así que a vuestro gusto.

Ingredientes (para una sartén de 21 cm y para que salga de 2,5 cm de grosor):

Ingredientes

Ingredientes

  • 3 huevos XL
  • 2 patatas grandes
  • 1 cebolla grande
  • Sal
  • Aceite

Preparación:

  • Cortamos las patatas finas y la cebolla en juliana

    Cortamos las patatas finas y la cebolla en juliana

  • Freímos suavemente las patatas y la cebolla

    Freímos suavemente las patatas y la cebolla

  • Batimos los huevos

    Batimos los huevos

  • Añadimos la patata y la cebolla escurridas de aceite

    Añadimos la patata y la cebolla escurridas de aceite

  • Echamos la mezcla en la sartén

    Echamos la mezcla en la sartén

  • Con un plato damos la vuelta

    Con un plato damos la vuelta

  • Nos queda el otro lado

    Nos queda el otro lado

  • Terminamos de hacer

    Terminamos de hacer

  1. El corte de las patatas, a mí me gusta desigual, de unos 2-3 milímetros de grosor, la cebolla la cortaremos en juliana.
  2. Para evitar que se nos queme la cebolla, la freiremos junto a la patata a fuego lento, como si estuviéramos confitando, hasta que se deshagan con el tenedor.
  3. Batimos los huevos.
  4. Echamos las patatas y la cebolla ya cocinadas en el huevo. Deben estar bien escurridas de aceite, para ello podemos utilizar una rasera o quitar el aceite echándolas en un colador o escurridor.
  5. Mezclamos las patatas y la cebolla con el huevo, en este momento añadiremos la sal.
  6. Ponemos la mezcla en la sartén, un primer golpe a fuego fuerte, bajando a fuego medio a continuación y tapamos para que cuaje bien el huevo.
  7. Ayudándonos de un plato voltearemos la tortilla, quedando la parte cruda en el plato. Volveremos a colocar la tortilla en la sartén para que se acabe de hacer por el lado crudo.
  8. En fin, básicamente como una tortilla de patata, pero con cebolla

Notas:

Podemos innovar y atrevernos a añadir unos ajos muy picados, que echaremos cuando la patata y la cebolla estén casi hechas para que no se nos quemen.

10 ideas para preparar una ensalada

Cuando llega el verano, siempre apetece, bien como primer plato, bien como acompañamiento o para una cena ligera, una ensalada. Si atendemos a la definición de la R.A.E. una ensalada es «Hortaliza o conjunto de hortalizas mezcladas, cortadas en trozos y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otras cosas». La más típica es la que se compone de lechuga, aderezada con aceite, vinagre y sal. A veces, la ensalada se convierte en un plato monótono y aburrido por lo repetitivo. En este artículo pretendemos recopilar algunas ideas para no caer en el aburrimiento.

1. Distintas variedades de lechugas.

No sólo hay lechuga verde

No sólo hay lechuga verde

Como antes hemos dicho, la hortaliza por antonomasia que aparece en la ensalada es la lechuga, romana o iceberg. Bueno, pues existen más lechugas, de distintas forma de hoja, texturas y colores que podemos mezclar para darle un aspecto más colorido. Entre las lechugas que podemos utilizar están: la romana, la iceberg, la Batavia, la de hoja de roble, la lollo rosso, de diferentes tonalidades, verdes, marrones y diferentes texturas y los cogollos, los más conocidos, los de Tudela.

También podemos añadir escarola, que también las hay lisas y rizadas, endibias, brotes tiernos,… En fin, todo lo que aporte variedad en el verde.

Es complicado obtenerlas por separado, así que lo más socorrido es comprar una bolsita en las que vienen mezcladas, lo que se llama producto de IV gama.

Más info: Tipos de lechuga

2. Colores que contrastan con el verde.

El maíz dulce en las ensaladas da color

El maíz dulce en las ensaladas da color

Verde que te quiero verde, pues no, una ensalada no tiene por qué ser verde solamente. Existe una extensa gama de tonalidades, que se amplía si nos atrevemos con la fruta: Rojos, pimiento,remolacha, tomate y sandía, naranjas, zanahoria, naranja y mango, verdes, ya hemos hablado del verde, añadimos los pimientos, amarillos, maíz dulce, melón y melocotón, blancos, cebolla, azul-morados, pasas y marrones, frutos secos.

Más info: La clave está en el color.

3. No te cortes cortando

Tomate a la paisana

Tomate a la paisana

Ya con el color anticipamos que la comida entra por los ojos muchas veces, cortar de manera diferente los ingredientes de una ensalada puede ayudar a romper con la monotonía. Atrévete a cortar en juliana, en tiritas, la lechuga, la cebolla, la zanahoria, abandona los gajos del tomate y córtalo a la paisana, en cuadraditos, utiliza el sacabocados y prepara unas bolitas de melón, de mango, prueba con unos bastoncitos de tomate. Puedes unificar todos los ingredientes o mezclar distintas formas , siempre tendrás que tener cuidado en no cortar muy gruesas aquellas hortalizas más duras, por ejemplo la zanahoria, para que sea más fácil de comer.

Más info: Cómo preparar y cortar verduras y hortalizas

4. El tamaño importa

Tomates Cherry

Tomates Cherry

Los vegetales baby, según dicen, son aquellos que bien no han llegado a la plenitud de su desarrollo o bien han sido seleccionados para que sean de menor tamaño que los habituales. Los denominados vegetales baby le dan un toque simpático a las ensaladas, o por lo menos eso me parece a mi.

Más info: Hortalizas baby

5. No sólo de hortalizas viven las ensaladas.

Queso en salmuera

Queso en salmuera

«De lo que come grillo, poquillo», eso dicen algunos grupos reaccionarios antiensaladas, demosles pues lo que buscan. Huevo duro es lo más típico. Taquitos de queso, fresco si queremos una ensalada suave, de cabra o curado si la queremos más contundente. Pollo y jamón cocido, si quieren carne, unas tiritas de bacon fritas. para los de pescado atún en aceite o en escabeche, unas gambas, langostinos cocidos, gulas (angulas no que no está el bolsillo para excesos) o unos taquitos de surimi, también conocido como palitos de cangrejo.

6. Encurtidos, buenos, bonitos y baratos.

Aceitunas negras

El vinagre, por lo general suele acompañar a las ensaladas, los encurtidos son alimentos que se han marinado por inmersión en vinagre y sal. Aceitunas, pepinillos, cebolletas, alcaparras, col, zanahoria dan a las ensaladas una chispa especial. Podemos utilizarlos enteros o en trocitos, haciendo las veces de vinagre y aportando el sabor ácido a al ensalada.

Más info: Encurtidos

7. Frutos secos, una apuesta segura.

Nueces y pistachos

¿A quién no le gustan los frutos secos?. Las nueces son las más usadas, pero podemos añadir piñones, almendras, avellanas, pipas (peladas por favor), unos cacahuetes , unos pistachos, sésamo o unos anacardos, todo sin pasarnos que se nos va el presupuesto y las calorías. Se me ocurre también que unas castañas cocidas no irían. Los frutos secos darán un toque de distinción y glamour a nuestras ensaladas y, en general, una alegría cuando pasen por nuestra boca.

Más info: Frutos secos

8. Contrastes de temperaturas y texturas.

El jamón frito le dará contraste de temperatura y textura

El jamón frito le dará contraste de temperatura y textura

La ensalada siempre se asocia a un plato fresco, veraniego, pero añadir algún componente caliente o tibio puede ayudar. Según mi experiencia, es mejor añadirlo una vez se ha emplatado y justo antes de servir. Como hemos comentado antes, podemos añadir unas tiritas de bacon frito, una rodaja de queso de cabra pasado por la plancha, unos chipirones salteados, los frutos secos, unos dados de pan frito.

Todos los ingredientes que hemos nombrado antes, además de dar un contraste de temperatura, también da un contraste de textura, el bacon, el pan frito y los frutos secos crujientes o la untuosidad del queso de cabra, este contraste también será agradecido por quien pruebe nuestra ensalada.

9. Aliños y salsas para ensaladas.

Aceites aromáticos

Aceites aromáticos

Pregunta típica: «¿has apañado la ensalada?», respuesta típica «no», «vale, pues pásame el salero, el aceite y el vinagre». Vamos, sí pero no, hay alternativas, pasando por variar un poco los ingredientes tradicionales.

Sin excluir la sal si no se quiere, podemos utilizar como alternativa las especias: Pimienta, salada o dulce, blanca o negra, un poco de orégano, si además lleva queso o carne, eneldo, si lleva pescado o marisco.

Empezando por el vinagre, lo hay de jerez, de manzana, de vino tinto y de vino blanco, cada cual con su personalidad.  hay aceto balsámico de módena, de diferente densidad.

El aceite, sin duda, de oliva, podemos utilizarlo de distintas variedades, con distinto sabor, distinta acidez, distintos aromas.  Independientemente de la materia prima empleada, también hay aceites aromatizados al ajo, a la trufa, picantes, al romero o al tomillo.

Pero a mi lo que me gusta es preparar vinagretas o aliños o como lo queráis llamar, mezclar en un cuenco el aceite, con el vinagre, con la sal, con especias, unos frutos secos picados, un poco de huevo duro, pepinillo picadito… lo que se os ocurra, no hace falta poner de todo. Dejarlo macerar un par de horitas y aliñar la ensalada con él.

Las salsas, ojo con ellas, recordad que el ingrediente fundamental de la ensalada es la hortaliza, y no saben nadar, la más típica la mayonesa, pero podemos hacer una salsa rosa, o una salsa de yogurt, o de queso, la cuestión es cambiar.

Mas info: Vinagres, aceite de oliva

10. Comemos con los ojos.

Trabajemos la presentación

Trabajemos la presentación

Y por último, pero no menos importante, está la presentación. Está claro que en los tiempos que corren la imagen es importante, también en la cocina. La manera de colocar los ingredientes, el color de las salsas, utilizar recipientes distintos al típico plato, un aro o molde para darle volumen,… en fin, todo ayuda.

Son ideas, ya me contaréis como ha ido… Si sólo hay que echarle imaginación. ¡ Ah ! ¡¡ No olvidéis lavar bien las verduras y hortalizas frescas !!

Calamares a la romana

En esta ocasión vamos a intentar un clásico de nuestras tapas y raciones, los calamares a la romana. Es el método tradicional para rebozarlos. La variante que probaremos, mezclar la harina con el huevo, pero por  experimentar un poco nada más. Tampoco hay mucho más que contar, así que, a cocinar. ¡Ah sí! que estaban buenísimos.

Ingredientes:

Ingredientes

Ingredientes

  • 300 gr  de  anillas de calamar
  • 2 huevos
  • 2 cucharadas de harina
  • Aceite
  • Sal

Preparación:

  • Separamos las claras de las yemas

    Separamos las claras de las yemas

  • Añadimos harina a las yemas

    Añadimos harina a las yemas

  • Batimos las yemas

    Batimos las yemas

  • Batimos las claras

    Batimos las claras

  • Mezclamos yemas y claras

    Mezclamos yemas y claras

  • Pasamos las anillas y freímos

    Pasamos las anillas y freímos

  1. Sazonamos las anillas de calamar.
  2. Separamos las yemas de las claras.
  3. A las yemas, les añadimos 2 cucharadas de harina (1 por huevo) y batimos.
  4. Batimos las claras.
  5. Mezclamos las claras y las yemas.
  6. Ponemos a calentar una sartén con aceite de oliva, a fuego fuerte. Para ver si está caliente podemos echar una gotita de masa.
  7. Pasamos las anillas por la masa de rebozar y freímos, bajando un poco la temperatura para que el rebozado se haga uniforme.
  8. Cuando estén echas sacamos las anillas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Notas:

Es un rebozado que no es crujiente, es esponjoso.

Se pueden comer en bocadillo, con mayonesa, con salsa rosa o salsa brava.

El aceite empleado puede reutilizarse, cosa que no suele pasar con los calamares rebozados congelados industriales.

Tomate rosa de Huesca con jamón de Teruel

Tomate rosa de Huesca

Tomate rosa de Huesca

Creo que una de joyas que tenemos en la huerta del Altoaragón es el tomate rosa de Huesca. Es un tomate rosado, carnoso, de forma bastante irregular que por lo general da piezas de considerable tamaño si las comparamos con el tomate que normalmente suele encontrarse en los comercios, superando fácilmente el medio kilo. La pieza que hemos empleado en esta receta pesada casi un kilo, para ser más exactos 975 gramos. Recientemente ha surgido un proyecto para obtener la Denominación de Calidad C’alial para el Tomate Rosa que se cultiva en Barbastro y el Somontano. En ensalada está riquísimo, aquí lo preparamos con ajo, aceite de oliva y lo acompañamos de pan de horno de leña y jamón de Teruel (D.O. Protegida) . Os dejamos también la versión de tapa, para comer de un bocado. Sólo por comerlo, merece la pena esperar al verano.

Ingredientes:

Ingredientes

  • Tomate rosa de Huesca
  • Pan de horno de leña
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Dos dientes de ajo
  • Jamón de Teruel

Preparación:

  1. Para un plato: Dependiendo del tamaño cortamos una rodaja o dos de tomate, sazonamos por ambos lados y echamos un chorrito de aceite de oliva. Picamos los dientes de ajo finos y echamos sobre el tomate.
  2. Para la tapa: Cortamos un cuadrado de pan y un trozo de tomate con la misma forma. Ponemos el tomate sobre el pan, echamos un poco de sal y colocamos un rollito de jamón de Teruel. Echamos un chorrito de aceite de oliva.

Notas:

Comer cuando tenga el color rosado, está en su punto.

Migas trufadas con perlas de melón

Las migas es un plato tradicional de la cocina aragonesa, aunque no exclusivo, ya que también son conocidas las migas manchegas, migas murcianas, migas andaluzas,… Es un plato que antiguamente cocinaban los pastores y cuyo ingrediente principal es el pan. Hay tantas maneras de hacerlas como personas que las hacen.

En esta ocasión, os voy a explicar mi manera de hacerlas. Me gustan así porque son bastante ligeras y más digestivas que otras que he probado. Las migas se pueden acompañar de tropezones, normalmente de chorizo, longaniza, panceta o tocino. Cuando yo los añado, me gusta cocinarlos en una sartén distinta o por lo menos cambiar el aceite antes de cocinar las migas propiamente dichas con el objeto de que no sean tan «pesadas» y para que sepan a migas, no a chorizo, por ejemplo. También sueden acompañarse de algo dulce, que suele ser uva, melón o chocolate. En esta receta y por innovar un poco, les daremos un aroma de trufado con aceite de trufa blanca y el acompañamiento lo harán unas perlas de melón caramelizadas. Las presentamos en una cazuelita de barro a modo de tapa o entrante, aunque como mejor se comen es «a rancho».

Ingredientes (para 4 personas):

Ingredientes para migas

Ingredientes para migas

  • 250 gramos de pan, preferiblemente de leña y duro, al menos del día anterior
  • 1 patata mediana
  • 1 cebolla mediana
  • 1 cabeza de ajos
  • sal
  • aceite de oliva
  • aceite de trufa blanca
  • agua
  • 12 perlas de melón (ver receta)

Preparación:

  • Cortamos el pan

    Cortamos el pan

  • Humedecemos y envolvemos en un paño

    Humedecemos y envolvemos en un paño

  • Cortamos la patata, cebolla y ajos

    Cortamos la patata, cebolla y ajos

  • Pochamos la patata, la cebolla y los ajos...

    Pochamos la patata, la cebolla y los ajos…

  • ... con un chorrito de aceite de trufa blanca

    … con un chorrito de aceite de trufa blanca

  • Desmenuzamos

    Desmenuzamos

  • Añadimos el pan húmedo y mezclamos

    Añadimos el pan húmedo y mezclamos

  • No dejamos de remover mientras toman color

    No dejamos de remover mientras toman color

  1. Si el pan es duro, cortaremos las migas en lascas con cuchillo bien afilado. Si el pan es más tierno, lo despedazaremos en trozos pequeños.
  2. Si el pan es duro, como es nuestro caso, lo humedeceremos con un poco de agua y envolveremos en un paño. Dicen que hay que dejarlo en el paño desde la noche anterior, aunque con un par de horas puede valer. Para humecederlo echaremos el agua salpicando poco a poco para evitar que se nos forme una masa, para ello podemos hacerlo con la mano o utilizando una rasera para que los agujeros hagan el «efecto regadera». La cantidad de humedad que necesitan las migas las da más la experiencia que otra cosa. Se humedece para que no se fría el pan y nos quede como costrones cuando le demos vueltas en la sartén.
  3. Cortamos las patatas y la cebolla finas. Los ajos, picamos una parte y coservamos varios dientes enteros.
  4. En una sartén o cazuela echamos aceite de oliva y un chorrito de aceite de trufa blanca y pochamos en él la cebolla con las patatas y los ajos. Echamos sal. Podemos ir rompiendo las patatas con el cucharón de madera mientras se hacen para que así se peguen más en las migas. No queremos que queden crujientes, sino pochados.
  5. Una vez tenemos las patatas y la cebolla cocinadas, bajamos el fuego y echamos las migas. Mezclamos y no dejamos de remover hasta que cojan color y sabor uniforme. Las migas tienen que cocerse e ir perdiendo parte del agua lentamente. El tiempo que estaremos dependerá de la cantidad de migas que tengamos, en mi caso con 5 minutos ha bastado.
  6. En este caso, acompañamos de unas perlas de melón caramelizadas.

Notas:

Las migas se comen con cuchara.

No dejéis que se enfríen que no hay quien se las coma.

No olvidéis el pan para untar en las migas 🙂