Como diría el gran gurú de la cocina casera Karlos Arguiñano, «queridas amigas, queridos amigos y queridas familias…», tras un tiempo sabático de blog, vuelvo a escribir sobre cocina, he ido contestando a los comentarios (que no han sido muchos), pero de escribir lo que se dice escribir, nada de nada. Si Ferrá Adriá cierra el garito y no pasa nada, pues no íbamos a ser menos, todo el mundo tiene derecho a tomarse un tiempo de reflexión.
La verdad es que es llegó un momento que no tenía tiempo, así que puse El Abrelatas con el piloto automático, de allí el suflé en la página principal durante este último año.
Se quedaron unas cuantas recetas en el disco duro, que voy a ir publicando (si me acuerdo de las medidas y demás) y tengo algo preparado por allí, bueno, que nos seguimos viendo entre estos fogones donde nada se quema y todo sabe bueno, bueno.
El espíritu inicial del blog no era poner sólo recetas, que de eso hay mucho, así que en ello estamos.
A comer, a beber y a disfrutar con moderación, que me os habéis quedado en los huesecicos estos últimos meses.
Bueno creo que ha merecido la pena. Como dice mi profesora de ingles;» Sigue así, y no lo dejes»
Lo de los huesecicos creo que no se refiere a mi.
Un saludito.